lunes, 10 de febrero de 2014

La sabiduría de Sofía. Capítulo primero. Los Inicios

PROLOGO

Para la mayoría de los fisioterapeutas que llevamos unos años trabajando, se nos antojan lejanos aquellos momentos en los que acabábamos de salir de la universidad. Las tremendas dudas y los "miedos escénicos" que surgían, han quedado en una simple anécdota para recordar.

Recientemente he vuelto a la universidad, ésta vez desde el otro lado de la barrera, y he vuelto a percibir en mis alumnos las mismas inquietudes, dudas y miedos.

Por ello, el post de hoy y de las próximas semanas va dedicado a todos esos fisioterapeutas que están empezando su carrera profesional...

Soy fisioterapeuta, desde hace varios años. He pasado  por muchos tipos de trabajos tanto en España como en el extranjero y he podido comprobar que un alto porcentaje de los compañeros que he ido encontrando por el camino han realizado el mismo recorrido y han tenido las mismas reflexiones, por ello he decido hoy, contar una historia, la historia del "fisioterapeuta tipo" mediante la vida de Sofía,  para que todos aquellos que se encuentren en una situación similar puedan verse reflejados y puedan sacar algo positivo de ello.



Los personajes son imaginarios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


LOS INICIOS

En algún recóndito pueblo de la península ibérica, Sofía había descubierto la profesión de su vida. Cuando tuvo una lesión en un hombro, debido a su practica deportiva, estuvo recibiendo tratamiento en una clínica privada de una ciudad vecina para recuperarse. Se había recuperado tan deprisa gracias a la fisioterapia, a pesar de los malos augurios de los doctores, que había quedado impresionada. Desde ese momento decidió que habría hecho todo lo posible por llegar a ser fisioterapeuta y poder así ayudar a la gente a poder restablecer su salud como lo hicieron con ella.

joaoleitao.com

Sofia, siempre había sentido debilidad por todo lo relacionado con la salud y el cuerpo humano. Era de aquellas personas que disfrutaba imaginando como funcionaba el organismo por dentro. Siempre era bueno el momento para ojear alguna revista de divulgación científica o leer algún libro como "El Médico" con cuyo personaje se sentía muy identificada.

Varios años más tarde, Sofía pudo obtener la nota suficiente para poder entrar a estudiar en una universidad (parecía ser que desde que ella se enamoró de la fisioterapia, se enamoró mucha más gente a la vez, ya que se había vuelto muy difícil poder acceder).

En la carrera, había descubierto un universo desconocido para ella. La fisioterapia, según se percibía de aquello que le enseñaban, era una profesión que se parecía mucho a la medicina, pero a la vez tenía otras cosas que eran totalmente opuestas a los principios científicos. Esto le desconcertaba, pero lo que a ella siempre le había fascinado era la ciencia, con todas las inquietudes y retos que presenta. De modo que decidió que no se dejaría "desvirtuar" por esos detalles, que a pesar de tener que estudiarlos en la universidad, se alejaban mucho de lo que ella siempre había entendido como "ciencia".

Ella estaba estimulada y emocionada, deseaba aprender todo lo posible para que el dia que se encontrase delante de un paciente pudiera comprender exactamente qué le ocurría y poder así solucionar cualquier problema de la misma manera que le solucionaron a ella hacia ya varios años su problema en el hombro. Sabia que en cuanto acabara la carrera debería seguir formandose para especializarse en el ámbito que prefiriera, a pesar de los altos precios de los cursos. Pero nunca perdería de vista su objetivo: Ser una buena fisioterapeuta.

Cuando acabo la carrera, Sofía, por fin se convirtió en fisioterapeuta. Se sentía henchida de fuerzas para desarrollarse profesionalmente y para aprender cada dia mas. Durante los últimos meses de "estancias clínicas" había confirmado su amor por la fisioterapia. De momento se conformaba con ir tratando a familiares y amigos pero ya estaba impaciente por enfrentarse cara a cara con un paciente real, con un problema real, con un dolor real...

Varias eran las opciones. Cabía la posibilidad de  hacerse tarjetas y empezar por la fisioterapia a domicilio, era buena opción, pero preferiría empezar en algún sitio donde pudiera tener alguien por encima suya que le sirviera de "mentor" para empezar a dar sus primeros pasos en la fisioterapia cogida de la mano de alguien que le enseñara los rincones mas bonitos de la profesión. También existía la posibilidad de marcharse al extranjero, lo cual no le asustaba en absoluto porque ya había estado fuera de su casa durante los años que había durado la carrera.

Decidió probar suerte en primer lugar con el producto nacional. Y la tuvo, a los pocos meses de haber terminado el último examen y tras haber colgado su curriculum en todos los portales de empleo habidos y por haber, y tras recorrer todas las empresas cercanas a su pueblo en los que tuviera cabida un fisioterapeuta... (gimnasios, spas, peluquerías, masajes a mil, clubes de fútbol...etc) le llamaron finalmente de un balneario. Debía de empezar en 15 días.




Los primeros días estaba encantada de haber obtenido su primer puesto de trabajo, pero luego le asaltó una horrible sensación de "ansiedad"... ¿Estaría a la altura? había estado investigando en la web del balneario y todo parecía infinitamente profesional y serio. Había un gimnasio totalmente equipado, unas máquinas de electroterapia que parecían naves espaciales si las comparabas con las que ella usó en la universidad pública. Todo era impresionante, pero ella no se dejaría impresionar. Tenía que estar a la altura, de modo que decidió coger otra vez los apuntes de primero y comenzó a estudiar de nuevo un poco de anatomía, balneoterapia, indicaciones y contraindicaciones de todos los tipos de tratamientos, etc...

Dos días antes de empezar ya casi había desaparecido la ansiedad, ahora estaba impaciente por empezar a aprender a trabajar y aprender de los compañeros, en definitiva, poner en practica todo lo que tanto le había costado aprender durante estos últimos años. Se veía a sí misma entrevistando y explorando a montones de pacientes, decidiendo tratamientos adecuados a las dolencias de cada paciente...

... nada más lejos de la realidad...



CONTINUARÁ...







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