domingo, 13 de abril de 2014

En fisioterapia la Verdad también os hará libres!!

Habeis ido alguna vez al medico con algún familiar aquejado de algún tipo de molestia?  si verdad? y cuántas veces habéis escuchado decir al médico; "no estamos seguros de donde le viene la molestia (diarrea, fiebre, dolor, alteraciones metabólicas, etc...) de modo que le vamos a aministrar esta medicación a ver como responde y así descartamos la existencia de otras alteraciones..." Seguramente os ha parecido normal e incluso una acertada manera de proceder por parte del facultativo, verdad?

Ahora bien, que ocurriría cuando es nuestro el paciente y somos nosotros los que le tenemos que decir al paciente que no tenemos ni idea de donde le viene el dolor y que sospechamos que tal o cual abordaje clínico le puede ayudar a resolver su problema... notáis algo distinto verdad?



El fisioterapeuta tipo "no se atreve" a reconocer que no conoce a la perfección el problema que tiene el paciente... Claro! hay mucha competencia, cómo voy a decirle al paciente que no sé lo que le pasa!! a ver si se va a ir al de enfrente y el sí que lo va a saber... antes le cuento algo que suene bien y que le parezca coherente. Eso sí, hay que decírselo seguro y convencido (lo importante no es lo que digas, sino como lo digas).

Ésta situación, nos acaba llevando a dar explicaciones  sin ningún tipo de sostenibilidad científica que poco a poco van automatizándose y van calando en la sociedad para finalmente convertirse en mitos. Ya no recuerdo cuántas veces me he tenido que llevar las manos a la cabeza escuchando explicaciones que otros profesionales han contado al paciente antes de pasar por mi... (es el hígado que lo tengo tóxico, es que se me pone la vértebra al revés, es que se me monta un nervio, es que tengo ácido en las articulaciones...)

Bajo mi punto de vista la figura del fisioterapeuta esta desgraciadamente muy relacionada todavía hoy (y según que zonas geográficas) al curanderismo y/o al "guruismo" y  parece que tenemos algún tipo de imperativo moral de tener que dar al paciente una respuesta medianamente convincente porque si no, parece que no sabemos, o que no gozamos de la experiencia suficiente para poder tratar de manera correcta.


Hace unos días, bromeábamos durante la charla de Paul Hodges en Madrid sobre uno de los posibles orígenes del dolor lumbar crónico. A través de distintos estudios se demostraba que cuando existe dolor, se producen cambios en la organización motora a nivel del córtex cerebral... ¿Os imagináis tener que decirle a vuestro paciente que tenéis esa sospecha y que la solución de su problema podría pasar por la realización de unos ejercicios de control motor???



Que??? que le tengo que decir eso al paciente que venia abosulamente convencido de que su problema era una vértebra que le estaba pinzando la ciculación de la energía interna del nervio????  Pues eso, un mal trago para el paciente y para ti.

En conclusión...

...tenemos que dejar de reforzar la creación de mitos y ser sinceros con nosotros mismos y con nuestros pacientes. Cuando estemos seguros de la exitencia de un problema se lo trasmitimos tal cuál, y si no estamos seguros... pues también se lo transmitimos, tal cuál...

Quiero acabar la entrada con una dedicatoria "a los que os habéis sentido identificados con lo escrito en el tercer párrafo":

¿Recordáis la expresión de "la verdad os hará libres" (Juan 8:31-38)? pues se cumple a la perfección. Si eres sincero con el paciente y le cuentas lo que la ciencia sugiere dormirás mucho más tranquilo por las noches, y creéme que poco a poco los pacientes confiarán en ti mucho más que en ningún otro.


Agradecimientos:

+Raul Ferrer  por haber traido a Paul Hodges (momento en el cual decidí escribir esta entrada)

+David Carrascosa Fernández  por el resumen que se ha currado de la ponencia de Hodges de donde he podido recordar la bibliografía.



martes, 8 de abril de 2014

Estructura, Fución y operac... Ops! ... Traumatólogos



Paciente con Rotura de Cabeza Larga de Biceps, compitiendo en natación.


Hoy voy a hacer una reflexión, y quiero compartirla con vosotros. Y si ésto que voy a escribir hoy cae en ojos de algún médico que se sienta aludido le invito con todo el respeto del mundo a manifestarse.

Hace varias semanas llego a mi consulta un paciente con un dolor muy agudo en el hombro. En la exploración física presentaba un probable conflicto subacromial y una probable inestabilidad anterior glenohumeral. A los pocos dias fue a hacerse una RNM y le observaron varias calcificaciones de distintos tamaños ante lo cual, su traumatólogo le instó a operarse ya que "las calcificaciones de mas de 1,5 cm no se reabsorben por si solas".

No dudo de la existencia de evidencia científica que demuestra que calcificaciones mayores de ese tamaño no se reabsorben solas, y tampoco quiero poner en duda (en este momento) que seguramente la extraccion de esas calcificaciones quirurgicamente resolveria la clinica del paciente. Pero lo que realmente me pregunto es porqué no se propone al paciente primero la posibilidad de intentar recuperar funcionalidad de ese hombro. Estoy seguro de que si el paciente consigue reducir su impingement por sus propios medios, podrá reducir, incluso hacer desaparecer también su sintomatología.

Me resulta curioso, cuando asisto a jornadas o congresos multidisciplinares (en las que solo hablan traumatólogos). Todos recomiendan realizar Fisioterapia como primera opción antes de pasar por quirófano... donde van esos mismos traumatólogos cuando acaba el congeso? van a esconderse al campo de concentración para traumatólogos sensatos? me encantaría saber donde trabajan todos esos traumas que están sentados a mi lado escuchando las exposiciones de los supuestos expertos en la materia y que recomiendan para casi todas las lesiones musculo-esqueléticas la cirugía como ultima opción.

Companeros traumatólogos, cuantas veces habéis descubierto lesiones estructurales por casualidad y no os habéis explicado como ese paciente ha conseguido vivir sin ningún tipo de dolor... mmmm .... espera...  quizás porque se ha conseguido mantener la función?

La fisioterapia no solo es masaje y corrientes, también nos ocupamos de recuperar la funcionalidad de una estructura. Y creedme, en muchísimos casos lo conseguimos.


Espero vuestros comentarios.






domingo, 9 de marzo de 2014

La historia de Sofía. Capitulo Segundo: "primer día de trabajo"

El primer dia de trabajo estaba radiante, porfin había encontrado un puesto de trabajo tras varios meses de búsqueda. Era una sustitución de maternidad en un balneario, bueno por algún sitio había que empezar...  sus compañeros eran un masajista holistico y un terapeuta reiki. 

Le había recomendado la directora que fuese buscandose algún curso de Masaje Tailandes pues últimamente estaba teniendo mucho éxito entre los clientes y era bueno para ella que cada vez fuese más polivalente. Sofía había planeado empezar a ahorrar para hacerse un master en terapia manual o algo de neurología, aun no había decidido bien hacia donde dirigirse profesionalmente, pero esa formación tendría que esperar de momento para anteponer el curso de masaje tailandés si no quería perder el puesto enseguida. 


reikireflections.com


De la carta de servicios del balneario su especialización era el masaje terapéutico (para eso estaba allí) aunque Sofía no entendía muy bien lo de terapéutico pues para que así fuese debía dirigirse a eliminar alguna dolencia, pero ella no podía explorar a ningún paciente (a Sophia no le gustaba llamarles clientes), no le dejaban porque decían que el cliente pagaba por un tiempo determinado de masaje, no se podía perder tiempo en otras cosas. De modo que Sophia se limitaba a hacer "masaje terapéutico" donde el "cliente" le pedía.

Esa fue la primera desilusión que se llevó. No le molestaba hacer masaje, lo que le molestaba era tener que dar un servicio teóricamente sanitario pero "a la carta". 

En alguna ocasión, cuando alguien del balneario se encontraba mal porque le dolía algo, se lo mandaban directamente al compañero que hacía Reiki. Debido al gran entusiasmo que Sofía tenía por aprender, siempre preguntaba si podía ver como hacía el tratamiento, ya que alguna vez durante la carrera le habían hablado del Reiki como tratamiento y siempre había sentido curiosidad por ver como era. 

Lo primero que llamó la atención a Sofía fue el diagnóstico; su compañero se ponía delante del paciente y empezaba a mover un péndulo formado por una cadena dorada de la cual pendía un cristal transparente. Según se movía el péndulo, su compañero iba emitiendo un diagnóstico de manera rápida y concisa. Hablaba sobre "chacras bloqueados", de energías de la tierra y del cielo, de flujos, que de vez en cuando intercalaba con alguna palabra médica que Sophía conocía, pero no acertaba a encajarlo en ese contexto. 
galiciazen


Deseó que nunca le pidieran gastarse el dinero en algún curso de ese tipo...



Algunos meses después se prometió a si misma que cambiaría de trabajo. No se había convertido en fisioterapeuta después de años de estudio para trabajar en aquel modo. Aún no había hecho ninguna exploración a ningún paciente, sólo se había limitado a "sobar" a los pacientes donde les dolía.

Se negaba a aceptar que eso fuera Fisioterapia!!


Continuará...

lunes, 10 de febrero de 2014

La sabiduría de Sofía. Capítulo primero. Los Inicios

PROLOGO

Para la mayoría de los fisioterapeutas que llevamos unos años trabajando, se nos antojan lejanos aquellos momentos en los que acabábamos de salir de la universidad. Las tremendas dudas y los "miedos escénicos" que surgían, han quedado en una simple anécdota para recordar.

Recientemente he vuelto a la universidad, ésta vez desde el otro lado de la barrera, y he vuelto a percibir en mis alumnos las mismas inquietudes, dudas y miedos.

Por ello, el post de hoy y de las próximas semanas va dedicado a todos esos fisioterapeutas que están empezando su carrera profesional...

Soy fisioterapeuta, desde hace varios años. He pasado  por muchos tipos de trabajos tanto en España como en el extranjero y he podido comprobar que un alto porcentaje de los compañeros que he ido encontrando por el camino han realizado el mismo recorrido y han tenido las mismas reflexiones, por ello he decido hoy, contar una historia, la historia del "fisioterapeuta tipo" mediante la vida de Sofía,  para que todos aquellos que se encuentren en una situación similar puedan verse reflejados y puedan sacar algo positivo de ello.



Los personajes son imaginarios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


LOS INICIOS

En algún recóndito pueblo de la península ibérica, Sofía había descubierto la profesión de su vida. Cuando tuvo una lesión en un hombro, debido a su practica deportiva, estuvo recibiendo tratamiento en una clínica privada de una ciudad vecina para recuperarse. Se había recuperado tan deprisa gracias a la fisioterapia, a pesar de los malos augurios de los doctores, que había quedado impresionada. Desde ese momento decidió que habría hecho todo lo posible por llegar a ser fisioterapeuta y poder así ayudar a la gente a poder restablecer su salud como lo hicieron con ella.

joaoleitao.com

Sofia, siempre había sentido debilidad por todo lo relacionado con la salud y el cuerpo humano. Era de aquellas personas que disfrutaba imaginando como funcionaba el organismo por dentro. Siempre era bueno el momento para ojear alguna revista de divulgación científica o leer algún libro como "El Médico" con cuyo personaje se sentía muy identificada.

Varios años más tarde, Sofía pudo obtener la nota suficiente para poder entrar a estudiar en una universidad (parecía ser que desde que ella se enamoró de la fisioterapia, se enamoró mucha más gente a la vez, ya que se había vuelto muy difícil poder acceder).

En la carrera, había descubierto un universo desconocido para ella. La fisioterapia, según se percibía de aquello que le enseñaban, era una profesión que se parecía mucho a la medicina, pero a la vez tenía otras cosas que eran totalmente opuestas a los principios científicos. Esto le desconcertaba, pero lo que a ella siempre le había fascinado era la ciencia, con todas las inquietudes y retos que presenta. De modo que decidió que no se dejaría "desvirtuar" por esos detalles, que a pesar de tener que estudiarlos en la universidad, se alejaban mucho de lo que ella siempre había entendido como "ciencia".

Ella estaba estimulada y emocionada, deseaba aprender todo lo posible para que el dia que se encontrase delante de un paciente pudiera comprender exactamente qué le ocurría y poder así solucionar cualquier problema de la misma manera que le solucionaron a ella hacia ya varios años su problema en el hombro. Sabia que en cuanto acabara la carrera debería seguir formandose para especializarse en el ámbito que prefiriera, a pesar de los altos precios de los cursos. Pero nunca perdería de vista su objetivo: Ser una buena fisioterapeuta.

Cuando acabo la carrera, Sofía, por fin se convirtió en fisioterapeuta. Se sentía henchida de fuerzas para desarrollarse profesionalmente y para aprender cada dia mas. Durante los últimos meses de "estancias clínicas" había confirmado su amor por la fisioterapia. De momento se conformaba con ir tratando a familiares y amigos pero ya estaba impaciente por enfrentarse cara a cara con un paciente real, con un problema real, con un dolor real...

Varias eran las opciones. Cabía la posibilidad de  hacerse tarjetas y empezar por la fisioterapia a domicilio, era buena opción, pero preferiría empezar en algún sitio donde pudiera tener alguien por encima suya que le sirviera de "mentor" para empezar a dar sus primeros pasos en la fisioterapia cogida de la mano de alguien que le enseñara los rincones mas bonitos de la profesión. También existía la posibilidad de marcharse al extranjero, lo cual no le asustaba en absoluto porque ya había estado fuera de su casa durante los años que había durado la carrera.

Decidió probar suerte en primer lugar con el producto nacional. Y la tuvo, a los pocos meses de haber terminado el último examen y tras haber colgado su curriculum en todos los portales de empleo habidos y por haber, y tras recorrer todas las empresas cercanas a su pueblo en los que tuviera cabida un fisioterapeuta... (gimnasios, spas, peluquerías, masajes a mil, clubes de fútbol...etc) le llamaron finalmente de un balneario. Debía de empezar en 15 días.




Los primeros días estaba encantada de haber obtenido su primer puesto de trabajo, pero luego le asaltó una horrible sensación de "ansiedad"... ¿Estaría a la altura? había estado investigando en la web del balneario y todo parecía infinitamente profesional y serio. Había un gimnasio totalmente equipado, unas máquinas de electroterapia que parecían naves espaciales si las comparabas con las que ella usó en la universidad pública. Todo era impresionante, pero ella no se dejaría impresionar. Tenía que estar a la altura, de modo que decidió coger otra vez los apuntes de primero y comenzó a estudiar de nuevo un poco de anatomía, balneoterapia, indicaciones y contraindicaciones de todos los tipos de tratamientos, etc...

Dos días antes de empezar ya casi había desaparecido la ansiedad, ahora estaba impaciente por empezar a aprender a trabajar y aprender de los compañeros, en definitiva, poner en practica todo lo que tanto le había costado aprender durante estos últimos años. Se veía a sí misma entrevistando y explorando a montones de pacientes, decidiendo tratamientos adecuados a las dolencias de cada paciente...

... nada más lejos de la realidad...



CONTINUARÁ...